Ser cristiano en el siglo XXI (tercera parte)
El ejercicio
de pensar razonando
“Amados hermanos míos, tan solo por un momento olvidemos nuestra condición
de cristianos y razonemos, así como lo hacen los demás mortales”; dijo una vez
un viejo y conocido pastor a su congregación; el no estaba bromeando. Es lamentable
saber que muchos de nosotros entendemos el ser cristiano con el hecho de
resignar (y sin culpa alguna) una parte de nuestro cerebro colgándolo a las
puertas del templo, mientras la otra parte (ese poco que por nuestra necesidad
de respirar, caminar y repetir amén como cotorras, dejamos dentro de nuestro
cráneo) hallará entretención en acertar cuanto tiempo ha de pasar hasta el
final de la reunión.