Todo esto he guardado desde mi juventud
(Marcos 10:20)
Había dicho el hombre, postrado delante de Jesús, y en respuesta a lo que
el Señor le había mencionado sobre el conocimiento de los mandamientos; un
momento antes este hombre le había preguntado: ¿Qué debo hacer para heredar la
vida eterna?
Marcos 10:21 Jesús
lo miró y, con mucho amor, le dijo: Una cosa te falta: anda y vende todo lo que
tienes, y dáselo a los pobres. Así tendrás un tesoro en el cielo. Después de
eso, ven y sígueme. (22) Cuando
aquel hombre oyó eso, se afligió y se fue triste, porque tenía muchas
posesiones. (R-V c)
¿Hasta dónde estamos resueltos a ceder de nosotros por seguir a Cristo? ¿Cuánto
de lo que Él pudiera demandarnos seríamos realmente capaces de entregarle?
Dios, en algún momento de nuestras vidas nos mueve a enfrentarnos a todos
esos ídolos que fuimos construyendo mientras crecíamos, conoce el muro que ellos
levantan entre Él y nosotros, y en algún momento deberemos escoger entre estas dos
opciones; servirle a Él o quedarnos con ellos; Jesús, quien conoce lo oculto de
los corazones, sabía que este hombre, ahora inclinado delante de Él, tenía uno
y poderoso; y aun con todo el amor puesto en el gesto y las palabras, no pudo impedir
que se alejara con tristeza de su lado.