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sábado, 14 de febrero de 2015

Sobre la Trinidad

Trinidad, el grano de algunos

Durante mucho tiempo he oído discusiones poco conducentes sobre este asunto de la Trinidad, si es bíblico o no creer en un Dios único y trino, cuando fue el mismísimo Dios quien declaró con respecto a si, que es uno.
Deuteronomio 6:4 Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es.
Isaías 43:10 Vosotros sois mis testigos, dice Jehová, y mi siervo que yo escogí, para que me conozcáis y creáis, y entendáis que yo mismo soy; antes de mí no fue formado dios, ni lo será después de mí. (11) Yo, yo Jehová, y fuera de mí no hay quien salve.
Uno solo, que antes de Él no hubo otro ni lo habría después; decir entonces y a continuación de semejante afirmación, que este único Dios comparte la misma esencia en las tres personas que forman esta Trinidad, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, suena casi a blasfemia y de las más terribles; ¿Pero es así realmente?
Juan 14:23 Jesús le respondió: El que me ama, obedecerá mi palabra; y mi Padre lo amará, y vendremos a él, y con él nos quedaremos a vivir. (R-V c)
Este revelador verso me obliga a formular una pregunta: ¿De qué manera el Padre y el Hijo han de hacer morada en aquel que le ama y obedece? El mismo Jesús dio la respuesta; en la figura de una tercera persona, el Espíritu Santo.
Juan 14:26 Pero el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, los consolará y les enseñará todas las cosas, y les recordará todo lo que yo les he dicho. (R-V c)
Referido a Él, Pablo nos dice:
Efesios 1:13 También ustedes, luego de haber oído la palabra de verdad, que es el evangelio que los lleva a la salvación, y luego de haber creído en él, fueron sellados con el Espíritu Santo de la promesa, (14) que es la garantía de nuestra herencia hasta la redención de la posesión adquirida, para alabanza de su gloria. (R-V c)

Ante mí se doblará toda rodilla (Isaías 45:23 y Romanos 14:11)
Nunca he cuestionado esta insinuación de Trinidad que se revela en la Biblia, nunca he pensado en ella como el misterio más insondable y oscuro de las escrituras, forma en que otros autores se han referido a este asunto, y por una sencilla razón, no está oculta a cualquier lector curioso (y de honestas intenciones); para creer parto de un principio básico, reconocer que sus pensamientos son más altos que los míos (Isaías 55:9), por fe creo, pero la fe debe estar edificada sobre el conocimiento de la verdad, y aunque parezca una contradicción, en nuestro discernimiento; solamente así, y de manera muy rudimentaria, podremos acercarnos un poquito más a sus pensamientos.
Partiendo de la premisa; Dios no miente (Números 23:19, Hebreos 6:18, 1Samuel 15:29), y reconociendo su Palabra como el resultado de su propia inspiración, trasmitida a los autores de cada uno de los libros que la componen, podemos afirmar, y sin temor a equivocarnos, que lo allí escrito (sin algunas retorcidas interpretaciones de por medio) es verdadero. Si yo tuviera alguna duda del testamento, solo sería una consecuencia de las dudas que me despierta el testador.
Isaías, 9:6 Porque un niño nos ha nacido, ¡un hijo nos ha sido concedido! Sobre sus hombros llevará el principado, y su nombre será Consejero admirable, Dios fuerte, Padre Eterno y Príncipe de paz. (R-V c)
Proverbios 30:4 ¿Quién puede subir al cielo, y bajar de allí? ¿Quién puede retener al viento entre sus puños? ¿Quién puede retener el mar en un paño? ¿Quién estableció los límites de la tierra? ¿Sabes su nombre, y el nombre de su hijo? (R-V c)
Todo lo necesario para conocer la verdad se encuentra escrito en su Palabra, el problema surge cuando no nos ocupamos de aprenderla y permitimos a otro hacerlo por nosotros.
Antes de avanzar en el tema desearía que observaran como dejamos pasar detalles de lo que dice la Biblia, leemos sin preocuparnos por entender lo que leemos, verso tras verso. Uno de los temas principales y origen de muchas falsas doctrinas comienza por restar importancia a la preexistencia de Jesús y su completa Divinidad. Basta encontrar una evidencia lo suficientemente explícita, si nos ocupáramos como debiéramos en este asunto de escudriñar las Escrituras, para poder argumentar contra cualquier doctrina mentirosa.
Jesús lo dijo:
Juan 5:39 Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí.
Cuando dijo esto aún no se había comenzado a escribir el Nuevo Testamento.
Tomemos por ejemplo este párrafo bíblico:
Juan 8:56 Abrahán, el padre de ustedes, se alegró al saber que vería mi día. Y lo vio, y se alegró. (57) Los judíos le dijeron: Ni siquiera tienes cincuenta años, ¿y has visto a Abrahán? (58) Jesús les dijo: De cierto, de cierto les digo: Antes de que Abrahán fuera, yo soy. (59) Entonces tomaron piedras para arrojárselas; pero Jesús se escondió y salió del templo. (R-V c)
¿Hay algo más que un asunto de fe por parte de Abrahán escondido en este verso, como lo explicaría más tarde el Apóstol Pablo en su carta a los Hebreos?
Hebreos 11:13 Por la fe, todos ellos murieron sin haber recibido lo que se les había prometido, y sólo llegaron a ver esto a lo lejos; pero lo creyeron y lo saludaron, pues reconocieron que eran extranjeros y peregrinos en esta tierra. (R-V c)
Del verso también inferimos la preexistencia del Señor, pero seguramente algo más; de no ser así los judíos no hubiesen intentado apedrearlo. ¿De qué se trataba? Blasfemia, los judíos lo acusaron siempre de hacerse igual a Dios.
Ahora veamos, ¿Jesús hablaba de algo que no podía ser confirmado con la realidad de las Escrituras o por el contrario, conocían a que se refería el Señor y de ahí la furia de los judíos?   
Leamos lo siguiente, es extenso, pero vale la pena, pero a la luz de estos dos versos bíblicos:
Juan 1:18 A Dios nadie lo vio jamás; quien lo ha dado a conocer es el Hijo unigénito, que está en el seno del Padre. (R-V c)
Éxodo 33:20 El señor (Jehová, en este caso) dijo también: Mi rostro no podrás verlo, porque nadie puede ver mi rostro y seguir viviendo. (R-V c)
Ahora sí el texto:
Génesis 18:1 Después el Señor (Jehová, en otras versiones) se le apareció a Abrahán en el encinar de Mamre, mientras él estaba sentado a la entrada de su tienda, en el calor del día. (2) Al levantar los ojos vio que allí, junto a él, había tres varones. Al verlos, rápidamente se levantó de la entrada de su tienda para recibirlos. Se postró en tierra, (3) y dijo: Señor, si en verdad he hallado gracia ante tus ojos, te ruego que no te apartes de este siervo tuyo. (4) Mandaré traer un poco de agua, para que ustedes se laven los pies, y luego podrán descansar debajo de un árbol. (5) Traeré también un bocado de pan, para que recobre fuerzas su corazón, y luego seguirán su camino. ¡Para eso han pasado ustedes cerca de este su siervo! Y ellos dijeron: Haz todo tal y como has dicho. (6) Entonces Abrahán fue de prisa a la tienda de Sara, y le dijo: Toma pronto tres medidas de flor de harina, amásala, y cuece unos panes. (7) Luego corrió Abrahán a donde estaban las vacas y tomó un becerro tierno y bueno, se lo dio al criado, y éste se apresuró a prepararlo. (8) Tomó además mantequilla y leche, y el becerro que había preparado, y poniéndolo ante ellos se quedó a su lado debajo del árbol, mientras ellos comían. (9) Ellos le dijeron: ¿Dónde está Sara, tu mujer? Y él respondió: Aquí, en la tienda. (10) Uno de ellos dijo: Ten por seguro que volveré a ti, y conforme al tiempo de gestación Sara tu mujer tendrá un hijo. Sara, que estaba a la entrada de la tienda detrás de él, escuchaba todo. (11) Abrahán y Sara eran ya viejos y de edad avanzada, y Sara ya no tenía lo que es costumbre en las mujeres. (12) Por eso Sara se rió consigo misma, y dijo: ¿Después de haber envejecido voy a tener placer, si también mi señor ya está viejo? (13) Pero el Señor (Jehová, en otras versiones) le dijo a Abrahán: ¿Por qué se ríe Sara? Ha dicho: “¿Será cierto que voy a dar a luz siendo ya vieja?” (14) ¿Acaso hay para Dios algo que sea difícil? En el momento indicado volveré a ti, y conforme al tiempo de gestación Sara tendrá un hijo. (15) Sara lo negó, y dijo: No me reí. Más bien, tuve miedo. Pero él dijo: No es cierto. Tú te reíste. (16) Aquellos varones se fueron de allí, y miraron en dirección a Sodoma. Abrahán los acompañaba. (17) Entonces el Señor (Jehová, en otras versiones) dijo: ¿Acaso voy a ocultarle a Abrahán lo que voy a hacer? (18) ¡Si Abrahán va a ser una nación grande y fuerte, y en él serán bendecidas todas las naciones de la tierra! (19) Yo sé que él ordenará a sus hijos y a sus descendientes que sigan el camino del Señor (Jehová, en otras versiones), y que sean justos y rectos, para que el Señor (Jehová, en otras versiones) cumpla en Abrahán su promesa. (20) Entonces el Señor (Jehová, en otras versiones) le dijo: Puesto que el clamor contra Sodoma y Gomorra va en aumento, y su pecado se ha agravado demasiado, (21) voy ahora a descender allá, para ver si lo que han hecho corresponde a las quejas que han llegado hasta mí. Si no es así, lo sabré. (22) Y aquellos varones se apartaron de allí, y fueron hacia Sodoma; pero Abrahán seguía estando delante del Señor (Jehová, en otras versiones). (23) Y se acercó Abrahán y le dijo: ¿Acaso vas a destruir al justo con el injusto? (24) Tal vez haya cincuenta justos en la ciudad. ¿Acaso destruirás ese lugar, y no lo perdonarás por los cincuenta justos que estén allí adentro? (25) ¡Lejos sea de ti hacer morir al justo con el impío, y tratar al justo como al impío! ¡Jamás hagas tal cosa! ¿Acaso el Juez de toda la tierra no debe hacer lo que es justo? (26) El Señor (Jehová, en otras versiones) respondió: Si dentro de la ciudad de Sodoma encuentro a cincuenta justos, por ellos perdonaré a todos los que estén allí. (27) Abrahán replicó y dijo: Aquí estoy ahora, atreviéndome a hablar con mi Señor, aunque sólo soy polvo y ceniza. (28) Pero tal vez falten cinco justos para completar los cincuenta; ¿por faltar esos cinco destruirás toda la ciudad? Y el Señor dijo: No la destruiré, si encuentro sólo cuarenta y cinco… (R-V c)
Génesis 18:32…Pero Abrahán volvió a decir: Espero que mi Señor no se enoje si hablo una vez más; pero tal vez se encuentren sólo diez... Y el Señor respondió: Aun por esos diez, no la destruiré. (33) Cuando el Señor (Jehová, en otras versiones) terminó de hablar con Abrahán, se fue de allí; y Abrahán volvió a su lugar. (R-V c)
Génesis 19:1 Al caer la tarde llegaron los dos ángeles a Sodoma… (R-V c)
¿Cabe alguna duda de quién es este Jehová que se presenta a Abrahán en compañía de dos Ángeles? Abrahán vio al Señor, el Señor comió con él y le dio la promesa de una enorme descendencia que comenzaría con Sara, que él mismo sería de bendición a todas las naciones de la tierra. El Señor (aunque los incrédulos Judíos coetáneos a Jesús no pudieran ver lo que Abrahán vio y fuera la causa de su felicidad) cumple su Palabra.

Argumentos
En Isaías 43:11, (verso que se puede leer al inicio del texto) dice Dios: Fuera de mí no hay quien salve, ahora bien, el Apóstol Pedro, lleno del Espíritu Santo, le señala a los gobernantes del pueblo y a los ancianos de Israel refiriéndose a Jesús, lo siguiente:
Hechos 4:12 Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.
Si partimos de esta premisa, Dios no miente, Él mismo, y de sí manifestó:
Isaías 42:8 Yo Jehová; este es mi nombre; y a otro no daré mi gloria, ni mi alabanza a esculturas.
Juan 17:5 Ahora pues, Padre, glorifícame tú al lado tuyo, con aquella gloria que tuve contigo antes que el mundo fuese.
Juan 17:22 La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno.
Esto me conduce a la siguiente afirmación:
Juan 10:30 Yo y el Padre uno somos.
Jesús mismo la pronuncia en respuesta al requerimiento de los judíos que lo rodean en el pórtico de Salomón, en el templo, reclamándole decir abiertamente si Él era el Cristo.
Entender esto no requiere de mayor esfuerzo intelectual, y lo aquí escrito puede ser constatado en cualquier versión de las tantas Biblias que en la actualidad circulan; incluso en las de dudosa procedencia.
Aquí algunos versos más.
Juan 14:9 Jesús le dijo: Hace ya tanto tiempo que estoy con ustedes, ¿y tú, Felipe, no me has conocido? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿cómo entonces dices: “Muéstranos al Padre”? (10) ¿No crees que yo estoy en el Padre, y que el Padre está en mí? Las palabras que yo les hablo, no las hablo por mi propia cuenta, sino que el Padre, que vive en mí, es quien hace las obras. (R-V c)
Hebreos 1:3 Él es el resplandor de la gloria de Dios. Es la imagen misma de lo que Dios es (otras versiones; de su sustancia, de su ser). Él es quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder. Después de llevar a cabo la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a la derecha de la Majestad, en las alturas… (R-V c)
 Hebreos 1:8 Pero del Hijo dice: Tu trono, oh Dios, es eterno y para siempre; el cetro de tu reino es un cetro de justicia. (9) Amas la justicia, y odias la maldad. Por eso te ungió Dios, tu Dios, con óleo de alegría más que a tus compañeros. (10) Y también dice: Señor, tú fundaste la tierra en el principio, Y los cielos son obra de tus manos. (11) Ellos perecerán, pero tú permaneces para siempre. Todos ellos se desgastarán como un vestido; (12) los enrollarás como un manto, y quedarán cambiados; pero tú eres el mismo, Y tus años no tendrán fin. (R-V c)
Aquí Pablo toma una parte del Salmo 45 y el final del Salmo 102.
Por si dudas quedan, compárese el verso 10 del párrafo anterior con lo que sigue. 
Génesis 1:1 Dios, en el principio, creó los cielos y la tierra. (R-V c)
Y más versículos.
Colosenses 2:9 Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad, (10) y vosotros estáis completos en él, que es la cabeza de todo principado y potestad. (R-V c)
1Juan 5:20 Pero también sabemos que el Hijo de Dios ha venido y nos ha dado entendimiento para conocer al que es verdadero; y estamos en el verdadero, en su Hijo Jesucristo. Éste es el verdadero Dios, y la vida eterna. (R-V c)
Juan 1:1 En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios.
Si creemos verdadero lo que se lee en Isaías 43:10, y sabiendo que Dios no miente ni se contradice, las conclusiones no pueden ser más de dos, o el Señor Jesús no es Dios y Él y todos los Apóstoles nos mintieron durante dos mil años (y Dios no se hubiera tomado el trabajo de resucitar a un mentiroso), lo que convierte a nuestra esperanza y fe, y la de todos los que murieron en Él, en una ilusión y lejos estamos de la salvación, o Jesús es realmente quien dice ser y aun, siendo el Hijo y no el Padre, es Dios por compartir su misma sustancia.
Juan 1:3 Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho.
Génesis 1:26 Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra. (27) Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.
El primer verso hace referencia a Jesús “el Verbo, la Palabra” y el segundo a Dios, observen cuanto, conociendo lo aquí evidenciado, cambia la lectura del texto y su interpretación; este último párrafo es una buena introducción para hablar de la tercera persona de Dios, el Espíritu Santo.

La tercera persona de Dios, el Espíritu de Dios
Génesis 1:2 La tierra estaba desordenada y vacía, las tinieblas cubrían la faz del abismo, y el espíritu de Dios se movía sobre la superficie de las aguas.
Mateo 12:28 Pero si yo por el Espíritu de Dios echo fuera los demonios, ciertamente ha llegado a vosotros el reino de Dios.
Mateo 12:18 Éste es mi siervo, a quien he escogido; mi Amado, en quien se complace mi alma. Pondré mi Espíritu sobre él, y a las naciones anunciará juicio.  (R-V c)
Isaías 42:1¡Aquí está mi siervo, mi escogido, en quien me complazco! Yo lo sostengo; sobre él reposa mi espíritu. Él traerá la justicia a las naciones. (R-V c)
Mateo 3:16 Y Jesús, después que fue bautizado, subió luego del agua; y he aquí los cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma, y venía sobre él.
Lucas 3:22 y descendió el Espíritu Santo sobre él en forma corporal, como paloma, y vino una voz del cielo que decía: Tú eres mi Hijo amado; en ti tengo complacencia.
Esta serie de versículos tienen el propósito de hacernos ver que el Espíritu de Dios no es otro que el Espíritu Santo, la primera forma se utiliza indistintamente en ambos testamentos bíblicos, la segunda, solamente en el Nuevo Testamento.
En el libro del Génesis tenemos el primer indicio de la Trinidad; el Espíritu Santo como testigo de lo que acontecía y el Padre y el hijo en su labor creadora. Pero hasta aquí, solamente es un nombre. ¿Cómo saber entonces que se trata de la tercera persona de este único Dios en el que creemos?
Hechos 5:3 Y dijo Pedro: Ananías, ¿por qué llenó Satanás tu corazón para que mintieses al Espíritu Santo, y sustrajeses del precio de la heredad? (4) Reteniéndola, ¿no se te quedaba a ti? y vendida, ¿no estaba en tu poder? ¿Por qué pusiste esto en tu corazón? No has mentido a los hombres, sino a Dios.
Si el Espíritu Santo fuera, como algunos dicen: La fuerza activa de Dios, un poder impersonal puesto al servicio de los que le siguen, ¿Cómo es que Pedro dice por qué Satanás llenó su corazón para mentirle? No se miente a un poder impersonal por más fuerza activa que este sea ¿Por qué inmediatamente señala que no fue a los hombres la mentira, sino al mismo Dios?
El entender nos ayuda a desechar la mentira, a evitar ser engañados y a reconocer a los hipócritas que dicen servir a Dios y nos conducen hacia la muerte; si nos falta, pidamos a Dios sabiduría, el nos la dará y en abundancia
Santiago 1:5 Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada.
La verdad aparece delante de nuestros ojos cuando leemos con esmero y sin juicios previos. Escudriñar las escrituras hace de nosotros la clase de cristianos que Dios quiere que le sigan, hombres y mujeres que no irán detrás de cualquier viento de doctrina ni en pos de doctrinas espurias construidas para el engaño y la muerte; seamos lectores de la palabra de Dios, allí está la verdad de lo que decimos creer ¿y qué mejor que ver por nosotros si lo que se nos enseña condice con ella?
Hechos 28:25 Y como no se pusieron de acuerdo, al retirarse Pablo les dijo: Bien habló el Espíritu Santo a nuestros padres por medio del profeta Isaías, cuando dijo: (26) “Ve a este pueblo, y dile: Ustedes oirán, pero no entenderán; Verán, pero no percibirán. (27) Porque su corazón se ha endurecido, Y sus oídos son incapaces de oír. Han cerrado sus ojos, para no ver ni oír, ni entender bien; para que no se conviertan y yo los sane.” (28) Por lo tanto, deben saber que a los no judíos se les envía esta salvación de Dios, y ellos sí oirán. (R-V c)
Pablo hace referencia al siguiente texto del Antiguo testamento:
Isaías 6:9 Dijo entonces: Ve y dile a este pueblo: “Oigan bien, pero no entiendan; vean bien, pero no comprendan.” (10) Entorpece el corazón de este pueblo. Cierra sus oídos, y ciega sus ojos. Que no vea con sus ojos ni oiga con sus oídos, ni entienda con su corazón, para que no se convierta ni sea sanado.
Pero vaya cosa, en el verso 8 se nos anuncia quien habló al profeta.
Isaías 6:8 Después oí la voz del Señor, que decía: ¿A quién enviaré? ¿Quién irá por nosotros? Y yo respondí: Aquí estoy yo. Envíame a mí.
¿Acaso Pablo se equivocó o se trata de una artera mentira suya con la que confundir a los futuros lectores de la Biblia? ¿O será que el Espíritu Santo tiene identidad propia, es Dios y ha hablado a su pueblo como el mismo Jehová?
Si leyeron con atención, tengo una pequeña pregunta que me gustaría, respondan; ¿A quién le pregunta: Quién irá por nosotros?
El Señor Jesús fue categórico al advertirnos:
Mateo 12:30 El que no está conmigo, está contra mí; y el que no recoge conmigo, desparrama. (31) Por tanto, les digo: A ustedes se les perdonará todo pecado y blasfemia, excepto la blasfemia contra el Espíritu. (32) Cualquiera que hable mal del Hijo del Hombre, será perdonado; pero el que hable contra el Espíritu Santo no será perdonado, ni en este tiempo ni en el venidero. (R-V c)
¿Se puede acaso blasfemar contra una fuerza activa e impersonal?
Aquellos que afirman que las escrituras no hablan de la Trinidad deberían prestar un poco más de atención a lo que leen; el nombre Trinidad llegó después, pero la idea está allí desde siempre.
2Corintios 3:17 Porque el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad. (R-V c)
1Corintios 2:11 Porque ¿quién de entre los hombres puede saber las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así mismo, nadie conoce las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios. (R-V c)
Job 33:4 El espíritu de Dios me ha creado; el soplo del Todopoderoso me dio vida. (R-V c)
Romanos 8:11 Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús vive en ustedes, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús también dará vida a sus cuerpos mortales por medio de su Espíritu que vive en ustedes. (R-V c)
Hebreos 3:7 Por eso, como dice el Espíritu Santo: Si ustedes oyen hoy su voz, (8) no endurezcan su corazón, como lo hicieron en el desierto, en el día de la tentación, cuando me provocaron. (9) Allí los antepasados de ustedes me tentaron, me pusieron a prueba, aun cuando durante cuarenta años habían visto mis obras. (10) Por eso me disgusté contra ellos, y dije: “Su corazón siempre divaga; no han reconocido mis caminos.” (11) Por eso, en mi furor juré: “No entrarán en mi reposo.” (R-V c)
Cuando Pablo dice esto, se refiere a lo siguiente:
Salmo 95:7 El Señor es nuestro Dios, y nosotros somos el pueblo de su prado; ¡somos las ovejas de su mano! Si hoy escuchan ustedes mi voz, (8) no endurezcan su corazón, como en Meriba, como en el día de Masah, en el desierto. (9) Allí los padres de ustedes me tentaron; me pusieron a prueba, aunque vieron mis obras. (10) Cuarenta años estuve disgustado con esa gente, y me dije: “El corazón de este pueblo divaga; no han conocido mis caminos.” (11) Por eso, en mi furor juré que no entrarían en mi reposo. (R-V c)
Demasiado parecido, pero no igual ¿O sí?
Aunque resulte duro dar coces contra el aguijón siempre habrá quien insista en que la idea de tres personas dando forma a un mismo y único Dios no es bíblico, incluso, aunque las vean, dirán que no hay evidencias de tal cosa en las escrituras.
Mientras ellos siguen pateando, hablemos sobre sus cualidades personales.
(Todas las referencias son de Reina Valera contemporánea)
Profetiza
Marcos 12:36 David mismo dijo, por el Espíritu Santo: “El Señor le dijo a mi Señor: Siéntate a mi derecha, hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies.”
Lucas 1:67 Lleno del Espíritu Santo, Zacarías, su padre, profetizó…
Revela
Lucas 2:26 y le había hecho (el Espíritu Santo) saber que no moriría sin ver antes al Mesías, a quien el Señor enviaría.
Hechos 20:23 a no ser lo que el Espíritu Santo me ha confirmado en todas las ciudades, de que me esperan cárceles y tribulaciones.
Consuela, enseña y nos recuerda las cosas.
Juan 14:26 Pero el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, los consolará y les enseñará todas las cosas, y les recordará todo lo que yo les he dicho.
Da testimonio
Juan 15:26 "Pero cuando venga el Defensor que yo voy a enviar de parte del Padre, el Espíritu de la verdad que procede del Padre, él será mi testigo. (27) y ustedes también serán mis testigos, porque han estado conmigo desde el principio.
Hebreos 10:15 De esto nos da testimonio el Espíritu Santo, pues primero dice…
Convence del pecado
Juan 16:8 Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio.
Guía y habla
Lucas 2:27 Guiado por el Espíritu Santo, Simeón fue al templo…
Juan 16:13 Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él los guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oiga, y les hará saber las cosas que habrán de venir.
Hechos 8:29 El Espíritu le dijo a Felipe: Acércate y júntate a ese carro.
Glorifica
Juan 16:14 Él mostrará mi gloria, porque recibirá de lo que es mío y se lo dará a conocer a ustedes.
Se le puede resistir u oponer
 Hechos 7:51 ¡Pero ustedes son duros de cabeza, de corazón y de oídos! ¡Siempre se oponen al Espíritu Santo! ¡Son iguales que sus padres!
Ordena
Hechos 11:12 El Espíritu me mandó que, sin dudarlo, fuera con ellos…
Hechos 13:2 Un día, mientras estaban celebrando el culto al Señor y ayunando, el Espíritu Santo dijo: "Sepárenme a Bernabé y a Saulo para el trabajo al cual los he llamado."
Envía
Hechos 13:4 Bernabé y Saulo fueron llevados por el Espíritu Santo a Seleucia, y de allí navegaron a Chipre.
Hechos 20:22 Ahora voy a Jerusalén, llevado por el Espíritu, pero no sé lo que allá me espera…
Decide
Hechos 15:28 Pues ha parecido bien al Espíritu Santo y a nosotros no imponer sobre ustedes ninguna carga aparte de estas cosas necesarias…
Conduce
Romanos 8:14 Todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, son hijos de Dios.
Intercede
Romanos 8:26 De igual manera, el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad. Porque no sabemos orar como es debido, pero el Espíritu mismo ruega a Dios por nosotros, con gemidos que no pueden expresarse con palabras.
Santifica
Romanos 15:16 para ser ministro de Jesucristo a los no judíos y ministrarles el evangelio de Dios, para que ellos sean una ofrenda agradable a Dios, santificada por el Espíritu Santo.
Escudriña
1Corintios 2:10 Pero Dios nos las reveló a nosotros por medio del Espíritu, porque el Espíritu lo examina todo, aun las profundidades de Dios.
Nos da sensatez
1Corintios 12:3 Por tanto, quiero que sepan que nadie que hable por el Espíritu de Dios puede maldecir a Jesús; y que nadie puede llamar «Señor» a Jesús, si no es por el Espíritu Santo.
Da frutos
Gálatas 5:22 Pero el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, (23) mansedumbre, templanza. Contra tales cosas no hay ley.
Se entristece
Efesios 4:30 No entristezcan al Espíritu Santo de Dios, con el cual ustedes fueron sellados para el día de la redención.
Regenera
Tito 3:5 nos salvó, y no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo…
Si tiene sentimientos, habla, dirige, ordena y participa de decisiones, si nos ayuda a recordar, nos acompaña, intercede por nosotros, nos enseña, nos da consuelo, nos alienta a ser mejores, nos conduce por el camino correcto y aun podemos correrlo de nosotros, ¿puede tratarse solamente la fuerza activa de Dios y no de una persona, la tercera que comparte la naturaleza Divina de ese Dios en el que creemos?
Para terminar
¿Acaso no sabemos que nuestro Dios no es Dios de confusión? (1Corintios 14:33) Él no ha de confundir a los que se acerquen a las Escrituras en busca de la verdad, Dios quiere que le adoremos en espíritu y en verdad (Juan 4:23). Veamos lo que dice Pablo con respecto a las Escrituras.
 2Timoteo 3:16 Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, (17) a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.
Sí las escrituras son inspiradas por Dios, en ellas solo encontraremos lo que Él se propuso que supiéramos, ni más ni menos; aunque lo que leamos no termine de acomodarse a nuestros pensamientos.
Una cosa sé desde mis primeros años de estudiante; 1×1×1= 1
2Corintios 13:14 Que la gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios, y la comunión del Espíritu Santo sean con todos ustedes. Amén. (R-V c)

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