La Biblia no lo dice (VII)
Adventistas
del séptimo día (final)
Hablemos del sábado
Colosenses 2:16 Por tanto, nadie os juzgue en comida o bebida,
o en días de fiesta, nuevas lunas o sábados. (17) Todo eso es sombra de lo por venir, pero la realidad es Cristo. (18) Nadie os prive de
vuestro premio, afectando humildad y culto a los ángeles, basándose en
visiones, vanamente hinchado en su mente carnal, (19) sin
mantenerse unido a la Cabeza, de la cual todo el cuerpo, nutrido y unido por
las junturas y ligamentos, crece con el crecimiento de Dios. (20) Siendo que habéis muerto con Cristo
a los rudimentos del mundo, ¿por qué, como si aún pertenecierais al mundo, os
sometéis a ordenanzas, como: (21) "No uses, no
gustes, no toques"? (22) Todas esas cosas están destinadas a
perecer con el uso, porque se basan en mandatos y enseñanzas de hombres. (23) Tales cosas tienen
apariencia de sabiduría con su culto
impuesto, su falsa humildad y su duro trato del cuerpo. Pero no tienen valor
alguno contra los apetitos de la carne. (NRV 1990)
Durante la proclamación del mensaje adventista se había dado
el mensaje del primer ángel y del segundo, y luego comenzó a proclamarse el
mensaje del tercer ángel. Con esta proclamación empezó a comprenderse el
significado del sábado como día de reposo.
...El primer sábado de abril, en 1847, siete meses
después que ella y su esposo principiaran a guardar el sábado, el Señor dio a
la Sra. de White, en Topsham, Maine, una visión en la cual se recalcó la
importancia del sábado. Elena vio las tablas de la ley en el arca del santuario
celestial, y notó que el cuarto mandamiento estaba rodeado de una aureola de
luz. En Primeros Escritos, Págs. 32-35, puede leerse el relato de esa visión
que confirmó las conclusiones impuestas por el estudio de la Palabra de Dios.
En visión profética, la Sra. de White fue trasladada al fin de los tiempos y
vio que, por su actitud hacia la verdad del sábado, los hombres demostrarán si
deciden servir a Dios o a una potencia apóstata. En 1874, ella escribió:
"Creí la verdad acerca del sábado antes de haber visto cosa alguna en
visión con referencia al día de reposo. Después que comencé a observar el
sábado transcurrieron meses antes que se me mostrase su importancia y su lugar
en el mensaje del tercer ángel."(E. G. de W., carta 2, 1874)
CIEGOS QUE CONDUCEN A OTROS CIEGOS
Vi cómo los guías ciegos se esforzaban por hacer a otras
almas tan ciegas como ellos mismos, sin darse cuenta de lo que iba a
sobrevenirles. Se exaltaban contra la verdad, y cuando ésta triunfe, muchos que
consideraron a estos maestros como hombres de Dios y esperaron recibir luz de
ellos, se perturbarán. Les preguntarán acerca del sábado, y ellos, procurando
librarse del cuarto mandamiento, les contestarán con este fin. Vi que no tenían
en cuenta la verdadera honradez al asumir las muchas posiciones que asumen
contra el sábado. Su objeto principal es eludir el sábado del Señor y observar
otro día que el santificado por Jehová. Si se los desaloja de una posición,
asumen otra opuesta, aun cuando acaben de condenarla como insegura.
El pueblo de Dios está llegando a la unidad de la fe. Los
que observan el día de reposo de la Biblia están unidos en sus opiniones
relativas a la verdad bíblica. Pero los que se oponen al sábado entre el pueblo
adventista están desunidos y extrañamente divididos. Uno se adelanta en oposición
al sábado y asevera que es así y así, y al concluir declara el asunto decidido.
Pero como su esfuerzo no ha aclarado la cuestión, y como la causa del sábado
progresa y los hijos del Señor siguen abrazándola, otro se adelanta para
derrotarla. Pero al presentar sus opiniones para eludir el sábado, derriba por
completo los argumentos de aquel que hizo el primer esfuerzo contra la verdad,
y presenta una teoría tan opuesta a la de aquél como a la nuestra. Y así
sucesivamente pasa con el tercero y el cuarto; pero ninguno de ellos aceptará
el asunto como se presenta en la Palabra de Dios: "Mas el séptimo día es
reposo para Jehová tu Dios."
Vi que los tales tienen ánimo carnal, y por lo tanto no
se sujetan a la santa ley de Dios. No concuerdan entre sí, y sin embargo se
esfuerzan arduamente por torcer las Escrituras mediante sus inferencias, a fin
de hacer una brecha en la ley de Dios, cambiando, aboliendo o haciendo
cualquier otra cosa con el cuarto mandamiento más bien que observarlo. Desean
reducir al silencio a la grey con respecto a esta cuestión; y por lo tanto
suscitan algo con la esperanza de que esto la calme y que muchos de sus propios
partidarios escudriñen tan poco su Biblia que a ellos, sus dirigentes, les sea
fácil presentarles el error como verdad, y que esos feligreses lo reciban así,
por no mirar más alto que sus caudillos.
...Vi que aquellos que se oponen al sábado del Señor no
podían tomar la Biblia y demostrar que nuestra posición es incorrecta.
...También vi que muchos ignoran lo que deben ser a fin
de vivir a la vista del Señor durante el tiempo de angustia, cuando no haya
sumo sacerdote en el santuario. Los que reciban el sello del Dios vivo y sean
protegidos en el tiempo de angustia deben reflejar plenamente la imagen de
Jesús. (Primeros escritos, de págs. 69, 70 y 71)
Romanos 14:1 Reciban al que es débil en la fe, pero no para entrar en
discusiones. (2) A algunos su fe les
permite comer de todo, pero hay quienes son débiles en la fe, y sólo comen
verduras. (3) El que come de todo no debe
menospreciar al que no come ciertas cosas, y el que no come de todo no debe
condenar al que lo hace, pues Dios lo ha aceptado. (4) ¿Quién eres tú para juzgar al siervo de otro?
Que se mantenga en pie, o que caiga, es asunto de su propio señor. Y se mantendrá
en pie, porque el Señor tiene poder para sostenerlo. (5) Hay quien considera que un día tiene
más importancia que otro, pero hay quien considera iguales todos los días. Cada
uno debe estar firme en sus propias opiniones. (6) El que le da importancia
especial a cierto día, lo hace para el Señor. El que come de todo, come para el
Señor, y lo demuestra dándole gracias a Dios; y el que no come, para el Señor
se abstiene, y también da gracias a Dios. (7) Porque ninguno de nosotros vive para sí
mismo, ni tampoco muere para sí. (8)
Si vivimos, para el
Señor vivimos; y si morimos, para el Señor morimos. Así pues, sea que vivamos o que muramos, del Señor
somos. (9) Para esto mismo murió
Cristo, y volvió a vivir, para ser Señor tanto de los que han muerto como de
los que aún viven. (10) Tú, entonces, ¿por qué
juzgas a tu hermano? O tú, ¿por qué lo menosprecias? ¡Todos tendremos que
comparecer ante el tribunal de Dios! (11) Está escrito: «Tan cierto como que yo vivo
—dice el Señor—, ante mí se doblará toda rodilla y toda lengua confesará a
Dios.» (12) Así que cada uno de
nosotros tendrá que dar cuentas de sí a Dios. (13) Por tanto, dejemos de juzgarnos
unos a otros. Más bien, propónganse no poner
tropiezos ni obstáculos al hermano. (NVI 1999)
Los argumentos están, al contrario de lo que afirmara Elena White (Vi que aquellos que se oponen al sábado del
Señor no podían tomar la Biblia y demostrar que nuestra posición es incorrecta),
en la Biblia, que no lo quieran ver es un problema de los Adventistas. Lean con
atención lo que Dijera Pablo, ¿acaso el estaba equivocado?
Romanos 6:14 Porque el pecado no tendrá dominio sobre
vosotros, pues no estáis bajo la Ley, sino bajo la gracia. (NRV 1990)
La Ley nos condenaba y a librarnos de esa condena es que vino el Señor.
Hebreos 8:13 Al llamar "nuevo" a este pacto, declara
anticuado al primero. Y lo anticuado se envejece y desaparece. (NRV 1990)
Quien quiera enojarse, hágalo, quien no quiera oír que apriete sus manos
sobre las orejas; la verdad es una y Dios no la comparte más allá de las
Escrituras. Quiera el Señor que en algún momento abran los ojos y vean, están
apoyando su Fe, y peor aún, la salvación, en las fábulas de las que habló Pablo
y Pedro.
1Timoteo 4:7 Desecha las fábulas profanas y de viejas. Ejercítate en
la piedad.
2Timoteo 4:4 apartarán de la verdad el oído, y se volverán a las
fábulas.
Tito 1:14 y no atiendan a fábulas judaicas, ni a mandatos de
hombres que se apartan de la verdad.
2Pedro 1:16 Porque no hemos
seguido fábulas ingeniosas, cuando os hemos hablado del poder y de la venida de
nuestro Señor Jesucristo, sino que fuimos testigos
oculares de su majestad. (17) Porque él recibió honra y gloria del Padre
Dios, cuando una voz vino desde la magnífica gloria, y dijo:
"Este es mi Hijo amado. En él me complazco". (18) Y nosotros oímos esa voz enviada del
cielo, cuando estábamos con él en el monte santo. (19) Además tenemos la
palabra profética aún más segura, a la que hacéis bien en estar atentos, como a
una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca, y el
Lucero de la mañana salga en vuestro corazón. (20) Ante todo, sabed que ninguna
profecía de la Escritura vino por una interpretación privada del mismo profeta. (21) Porque ninguna profecía vino jamás
por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron inspirados
por el Espíritu Santo. (Todos NRV
1990)
Y este, el Espíritu Santo, es el sello que nos identifica, no la
observancia del sábado que Dios mandó al pueblo de Israel al hacer el primer
pacto, y del que el mismo Señor dijo, era Señor; el libro de Apocalipsis nos
dice:
Apocalipsis 7:4 Y oí el número de los que fueron sellados: ciento
cuarenta y cuatro mil de todas las tribus de Israel. (NVI 1999)
Apocalipsis 14:1 Miré, y vi al Cordero de pie sobre el monte Sión, y con
él 144.000 que tenían el Nombre del Cordero y el nombre de su Padre escrito en
sus frentes. (NRV 1990)
Lo podemos confirmar en los siguientes versos:
Juan 14:26 Pero el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre
enviará en mi nombre, les enseñará todas las cosas y les hará recordar todo lo
que les he dicho. (NVI 1999)
Juan 15:26 Cuando venga el Consolador, que yo les enviaré de parte
del Padre, el Espíritu de verdad que procede del Padre, él testificará acerca
de mí. (NVI 1999)
Efesios 1:13 En él también ustedes, cuando oyeron el mensaje de la
verdad, el evangelio que les trajo la salvación, y lo creyeron, fueron marcados
con el sello que es el Espíritu Santo prometido. (14) Éste garantiza nuestra herencia hasta que
llegue la redención final del pueblo adquirido por Dios, para alabanza de su
gloria. (NVI 1999)
Podría continuar con esto de los errores, habrá quien los quiera entender a
la Luz de las Escrituras y quien se niegue, endurecido en su terquedad. A darle
una oportunidad a la única Palabra que nos fue dada; podría hablar del sueño de
la muerte y compararlo con lo que dijo Pablo:
Filipenses 1:21 Porque para mí el
vivir es Cristo y el morir es ganancia. (22) Ahora bien,
si seguir viviendo en este mundo representa para mí un trabajo fructífero, ¿qué
escogeré? ¡No lo sé! (23) Me siento presionado por dos
posibilidades: deseo partir y estar con Cristo, que es muchísimo mejor… (NVI 1999)
O hablar de la muerte con la misma vocación de derrota apuntalada en el
humano error, aunque inspirada por Dios, del predicador de Eclesiastés.
Eclesiastés 9:4
Hay esperanza para todo el que está entre los vivos, porque mejor es perro vivo
que león muerto. (5) Los vivos saben que han de morir, pero los
muertos nada saben, ni tienen más paga; hasta su memoria queda en el olvido. (6) También su amor, su odio y su envidia
perecieron ya, y nunca más participan en nada de lo que se hace bajo el sol. (7) Anda, come tu pan con gozo, y bebe tu vino
con alegre corazón; porque es ahora cuando Dios favorece lo que haces. (NRV
1990)
Podría decirles que los dos testigos de Apocalipsis cap. 11:1 al 15, no son
el viejo y el nuevo Testamento de la Biblia, que si leyeran con atención y sin
dejarse conducir por lo que hasta ahora han aprendido, también se darían cuenta
de esto. Podría asegurarles, y bajo escribano público que la Biblia no puede
morir y resucitar a los tres días y medio, ni recibir el aliento de vida ni
subir al cielo en una nube a la vista de sus enemigos… Pero pocos me lo habrían
de creer porque contradice lo que pudiera haber afirmado en visión la señora
Elena G. de White, o la doctrina o lo que sea que les haya cerrado el
entendimiento.
Gálatas 1:8 Pero aun si alguno de nosotros o un ángel del cielo les
predicara un evangelio distinto del que les hemos predicado, ¡que caiga bajo
maldición! (NVI 1999)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Con un comentario sabemos que estás ahí, y es una bendición saberlo.