Cuando la fe da profundidad a la mirada
El
Apóstol Pablo en 2Corintios 5:7 (RV)
dice: Porque por fe andamos, no por vista.
Para
movernos a través de las cosas de este mundo nos fueron dados los sentidos, vemos
lo tangible, lo palpable, es decir, lo material, un ciego, aunque carece de
este sentido (el de la vista), puede decirse, ve, por medio de un reemplazo,
las manos o él oído; lo que implica que, si fuésemos totalmente privados de los
sentidos nuestra vida sería un verdadero desconcierto de caídas, golpes y
tropiezos, viviríamos como bajo una
constante amenaza de muerte, lo que haría de vivir un riesgo demasiado
peligroso.