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martes, 20 de mayo de 2014

Eso no lo aprendieron ustedes de Cristo

Arrastrados por el viento de cualquier nueva enseñanza                                                                                         Efesios 4:14 (Dios habla hoy)

Es fácil ser engañados cuando no nos ocupamos por conocer la doctrina en la que decimos creer; resulta más cómodo esperar a que alguien nos la cuente desde un púlpito, detrás de un altar, en la comodidad de la puerta de nuestras casas, desde un programa de radio o de televisión, o desde una página de internet. Como para todo en nuestras vidas, tenemos nuestras tan variadas e inteligentes excusas; vivo demasiado ocupado con mis propios asuntos, el vértigo del presente me impide hacer todo aquello que quisiera poder hacer, son muchas responsabilidades, Dios lo sabe, las que cargo sobre mis espaldas.
Podría llenar páginas y páginas solo con excusas; lo que no llegamos a comprender en toda su dimensión es que va nuestra vida en este engaño.
Muchos de los que están leyendo esto confían en que estoy diciendo la verdad, que realmente predico la sana doctrina; ¿Pero por qué debería alguien que por primera vez lee este mensaje estar confiado en que mis enseñanzas son correctas? Sepan que si no hubiese tantos mentirosos, no habría tantos engañados. Es triste, pero es así.
Esto fue dicho al respecto por el apóstol Pablo, lo encontramos en Gálatas cap. 1 versos 6 al 9 inclusive. (RV)
6) Me maravillo de que tan pronto hayáis abandonado al que os llamó por la gracia de Cristo, para seguir un evangelio diferente; (7) que en realidad no es otro evangelio, sólo que hay algunos que os perturban y quieren pervertir el evangelio de Cristo. (8) Pero si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciara otro evangelio contrario al que os hemos anunciado, sea anatema. (9) Como hemos dicho antes, también repito ahora: Si alguno os anuncia un evangelio contrario al que recibisteis, sea anatema. (Sea anatema puede entenderse como: Sea maldito, sea condenado o sea separado para perdición; según las diferentes versiones de la biblia)
Solamente conociendo la verdad seremos libres; (Juan 8:32) y esa única verdad en la que se recuesta y descansa nuestra fe, ha sido compilada, para testimonio de todas las generaciones que llegaron después, en un libro: La Biblia.
En 2Timoteo capítulo 3 versos 14 al 17 inclusive, leemos lo siguiente:
14) Pero persiste tú en lo que has aprendido y te persuadiste, sabiendo de quién has aprendido; (15) y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús. (16) Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, (17) a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra. (RV)
Oír la palabra de Dios es gratificante, pero mayor recompensa encontraremos sabiendo si lo que se nos está enseñando es la verdad. Si es, como dijera Jesús; el conocimiento de la verdad el que nos hace libres, ¿por qué entonces nos resistimos tanto a conocer esta verdad por nosotros mismos? ¿No será porque nos agrada que nos digan justamente aquello que queremos oír?
Colosenses 2:8 es un buen ejemplo de lo que escribo, también 2Timoteo 4:3 y 4.
Tengan cuidado. No presten atención a los que quieren engañarlos con ideas y razonamientos que parecen contener sabiduría, pero que sólo son enseñanzas humanas. Esa gente obedece a los espíritus poderosos de este mundo, y no a Cristo.
Porque llegará el día en que la gente no querrá escuchar la buena enseñanza. Al contrario, querrá oír enseñanzas diferentes. Por eso buscará maestros que le digan lo que quiere oír. (4) La gente no escuchará la verdadera enseñanza, sino que prestará atención a toda clase de cuentos.
Si bien los hombres sinceros buscan a Dios por una necesidad personal, y el Señor, oyendo esa llamada les invita a llegar a Él con esta hermosa promesa.
Mateo 11:28 Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. (RV)
Nosotros, a quienes el viento arrastra hacia cualquier nueva enseñanza, como quien entra a una zapatería por un par de zapatos que calcen bien a nuestros pies y nos queden cómodos, así también buscamos algo que se acomode a lo que deseamos sea Dios, un Dios al que, por ser igual a nosotros, no nos debamos sujetar, un Dios que permita todo aquello que su propia palabra condena, un Dios que no moleste demasiado a nuestras consciencias y sobre todo, que haga muchos milagros que nos convenzan de que vamos por buen camino. Sí, dije milagros, muchos, todos los que nuestros clientes ¿clientes dije? Perdón, creyentes quise decir, quieran y puedan llevarse a casa, ¿Acaso todos esos milagros no distraen y mantienen contenta a nuestra multitudinaria grey?
2Tesalonisenses 2:9 En cuanto a ese malvado, vendrá con la ayuda de Satanás; llegará con mucho poder, y con señales y milagros falsos. (Dios habla hoy)
Si esta decisión nace de nuestra necedad, la perdición será una consecuencia bien merecida; (conforme al trabajo es la paga) pero hay otros que realmente no saben en donde se meten, personas necesitadas que, por ingenuidad, ignorancia o desesperación, no alcanzan a ver que son engañados, por todos ellos deberemos responder nosotros.
Romanos 16:18 Porque no sirven a Cristo, nuestro Señor, sino que buscan su propio bien. (Otras versiones dicen: sino a sus propios vientres.) Hablan a la gente con palabras bonitas, pero son unos mentirosos y engañan a los que no entienden.
Judas 1:22 Ayuden con amor a los que no están del todo seguros de su salvación. (23) Rescaten a los que necesitan salvarse del infierno, y tengan compasión de los que necesitan ser compadecidos. Pero tengan mucho cuidado de no hacer el mismo mal que ellos hacen.
2Timoteo 4:2 Tú anuncia el mensaje de Dios en todo momento. Anúncialo, aunque ese momento no parezca ser el mejor. Muéstrale a la gente sus errores, corrígela y anímala; instrúyela con mucha paciencia.

Saber de Dios y estar firmes en lo que creemos evitará que podamos ser engañados, y nos será útil para ayudar a que otros no lo sean. Dios no quiere que nadie se pierda y somos nosotros las herramientas que el ha escogido para que esto no suceda.  

Hasta la próxima entrega "Muertos y resucitados con Cristo"
Dios los bendiga

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